El deporte no solo beneficia al cuerpo, también tiene un rol clave en la salud mental. Estudios recientes han demostrado que la actividad física regular reduce los niveles de ansiedad, mejora el estado de ánimo y ayuda a combatir la depresión.
En Chile, donde el estrés y los problemas de salud mental han aumentado en los últimos años, el ejercicio se está promoviendo como una herramienta terapéutica. Programas comunitarios y gimnasios están integrando rutinas que combinan lo físico con técnicas de relajación y mindfulness.
Entre las actividades más recomendadas están correr, nadar, practicar yoga o simplemente caminar. Estos ejercicios liberan endorfinas, conocidas como “hormonas de la felicidad”, que producen una sensación de bienestar inmediato.
La Organización Mundial de la Salud sugiere al menos 150 minutos semanales de actividad moderada. Cumplir con esta recomendación no solo previene enfermedades físicas, sino que también fortalece la resiliencia psicológica.
Incorporar el ejercicio a la vida cotidiana es un desafío cultural. Sin embargo, cada vez más personas entienden que moverse es tan importante para la mente como para el cuerpo.