El concepto de autocuidado ha sido comercializado como un lujo: velas, baños de espuma, mascarillas. Pero en esencia, es mucho más profundo. Es decirte que también mereces tiempo, atención y descanso.
Autocuidarte puede ser poner límites, decir que no, pedir ayuda, dormir ocho horas o tomar agua. Es atender tus propias necesidades sin sentir culpa.
Muchas veces, cuidarse se confunde con egoísmo. Pero en realidad, es una forma de poder estar mejor para los demás también.
No necesitas gastar dinero para practicar el autocuidado. Solo necesitas empezar a tratarte con la misma amabilidad que das a otros.