La arquitectura residencial en Chile ha adoptado prácticas sostenibles, incorporando eficiencia energética, materiales ecológicos y diseño bioclimático.
Proyectos urbanos en Santiago y Valparaíso incluyen techos verdes, sistemas de reciclaje de aguas y paneles solares, reduciendo la huella ambiental y el consumo energético.
La eficiencia energética y el confort térmico se combinan con diseño estético, logrando espacios habitables que respetan el entorno y fomentan la biodiversidad urbana.
Empresas constructoras y arquitectos independientes promueven certificaciones verdes, incentivando la innovación en materiales y técnicas constructivas.
La integración de espacios comunitarios y áreas verdes fortalece la cohesión social y mejora la calidad de vida de los habitantes.
El uso de herramientas digitales permite modelar el consumo energético, optimizar el diseño y simular impactos ambientales antes de la construcción.
El desarrollo de arquitectura sostenible representa un paso importante hacia ciudades más resilientes, saludables y conscientes del medio ambiente.